May 16, 2023
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¿Alguna vez te has frustrado cuando le presentas problemas físicos
graves a tu doctora y la única respuesta que recibes es “esto es
porque tienes estrés”? Y sales de la oficina sintiendo más
confusión que cuando entraste.
Es cierto, el cuerpo puede reaccionar de muchas maneras diferentes a los altos niveles de estrés, a veces incluso dando lugar a situaciones médicas muy graves. Es increíble cómo nuestro cuerpo experimenta nuestras emociones.
Espera, antes de que también te frustres aquí conmigo. Estoy aquí para decirte que puedes hacer muchas más cosas por tu salud física y mental de las que crees, y que bajar los niveles de estrés, realmente no es tan complicado como crees.
Así que, hablemos un poco del estrés.
El verano pasado fui al doctor y le presenté una serie
de síntomas, principalmente un dolor de cabeza particular.
Normalmente, soy una persona bastante saludable, pero esto era una
cadena de quejas, así que me preocupé. Tan pronto como comencé a
hablar con mi doctora, ella me interrumpió abruptamente y dijo:
"¡Estrés, estrés, estrés!". Cuanto más quería explicarle, más
insistía ella. Comencé a irritarme por lo que yo consideraba su
falta de habilidad para escuchar, así que guardé silencio. Luego me
preguntó si había estado de vacaciones recientemente. "Sí", le
dije. "¿A dónde?", me pregunto, “A visitar a mi familia en México”.
Y ahí dijo con certeza: “¡Estrés, estrés, estrés!”. Ambas nos
reímos. Luego terminó la cita médica y yo me quedé pensando en su
diagnóstico.
Como psicóloga, entiendo lo desagradable que puede ser
cuando alguien más te señala tu falta de manejo de tus emociones y
sus consecuencias. Lo bueno es que, en este caso, sé cómo comenzar
a abordar mi problema de inmediato. Pero la mayoría de mis clientes
no creen cuando su doctora sugiere que sus emociones son la causa
principal de sus síntomas físicos. Y la mayoría de los doctoras
tampoco hacen un gran trabajo destacando la importancia de la
psicoterapia y otros enfoques holísticos. Así que hablemos de eso
hoy.
Sí, puede ser posible que tengas síntomas físicos que
requieran atención médica, y es posible que tu doctora no tenga la
curiosidad de investigar más a fondo y observar si tiene algo que
ver con el estrés. Pero también, estos síntomas podrían significar
que fuiste demasiado lejos con tu trabajo, o tus tareas generales,
a riesgo de dañar tu cuerpo de forma temporal o, a veces,
permanente.
Las situaciones adversas, pequeñas o grandes, generan
una reacción química en tu cuerpo que, en pequeñas dosis, requiere
apenas un ajuste. Cuando se trata de dosis grandes y frecuentes de
estrés, cambia tu fisiología, lo que afecta tu salud física, tus
pensamientos y, por supuesto, tus comportamientos.
Incluso puedes tener una respuesta lógica como “es por
mi trabajo, o por los niños, o solo mientras termino este
proyecto”. Pero la realidad es que si tu cuerpo ya está mostrando
las consecuencias del estrés, el “por qué” es menos importante, y
lo que más importa son los nuevos hábitos que necesitas desarrollar
para contrarrestar estos síntomas.
El problema es que esos cambios que trae el estrés a veces son difíciles de notar y tienen un efecto acumulativo. Por lo tanto, en el momento en que los sientas, podría deberse a que te encuentras en una emergencia y el camino de regreso a tu bienestar podría estar lleno de cambios serios que debas hacer en tu vida.
Así que, si tu doctora te dice “¡Estrés, estrés, estrés!” Antes de correr a Google a buscar más diagnósticos, pregúntate lo siguiente:
Esas y otras preguntas pueden ayudarte a darte cuenta si es hora de buscar psicoterapia, además de consultar a tu doctora sobre tus muy válidas inquietudes o síntomas, para asegurarte de que no haya otros problemas físicos.
Por ahora te dejo algunas soluciones que te ayudarán a empezar a cuidarte del estrés de inmediato.
1. Sé fiel a tu cuerpo y reconoce cuando estás cansado/a, aceptar que a veces no puedes con todo y que necesitas descansar, es un gran paso para aliviar las consecuencias del estrés consecuencias en tu organismo.
Y, por supuesto, encontrar formas de descansar un par
de minutos en diferentes momentos del día puede ayudarte
enormemente a reducir el estrés.
2. Explora formas más saludables de comer. Presta
especial atención a lo que comes y explora formas de mejorar tu
dieta, comer bien no siempre significa gastar mucho dinero, solo
significa que debes prestar atención a lo que tu cuerpo necesita y
observar qué podría causarle un daño potencial, por ejemplo, el
exceso de carbohidratos, o las famosas bebidas energéticas, que no
van a ayudar a largo plazo.
3.- Practica una mejor higiene del sueño para que
puedas dormir toda la noche. Tu patrón de sueño y la calidad de tu
descanso son, junto con tu dieta, una de las cosas más importantes
para ayudarte a reducir el estrés. Si no duermes bien, significa
que tu cuerpo no tiene tiempo para restablecerse y descansar y, por
lo tanto, estarás no solo más cansado/a, sino también irritable y
fatigado durante el día. No dormir adecuadamente también reduce tu
capacidad para manejar situaciones estresantes, lo que posiblemente
genere dificultades para encontrar una solución a esas situaciones
y genere aún más estrés.
4.- Busca prácticas de mindfulness que se ajusten a
tus necesidades y preferencias. No todas las prácticas funcionan
para todos, es por eso que necesitas tomarte el tiempo para
explorar tus opciones y ver qué te hace sentir más cómodo/a y
relajado/a. ¿Acaso son los ejercicios de respiración, llevar un
diario, meditar? Pruébalos todos y mantén tu mente abierta mientras
lo haces, ya que aunque parezcan tareas simples, podrían ayudarte a
cambiar toda tu vida.
5.- Haz la cantidad de ejercicio que tu cuerpo necesita. Cuando se trata de hacer ejercicio, no necesariamente significa ir a un gimnasio y levantar pesas. Podría ser algo que disfrutes y que sepas que te hará sudar un poco, como quizás bailar, hacer pilates o incluso caminar. El punto es que disfrutes lo que estás haciendo, pero también, que le des a tu cuerpo el estiramiento necesario, además, ¡puedes hacerlo aún más divertido invitando a tus amigos o llevándote a tus mascotas contigo! Tu perro siempre está feliz de ofrecerse como voluntario para contar los pasos, y lo hará mientras mueve la cola felizmente.
Y recuerda, hagas lo que hagas, ¡hazlo durante al
menos 20 minutos al día!
6.- Delega aquellas responsabilidades que en algún momento asumiste y no son tuyas. Es posible que tu familia o compañeros de trabajo no aprecien esto, pero estarán más felices cuando te encuentren menos irritado/a.
Si tienes dificultades para decir que no a un proyecto
adicional, puedes escuchar nuestro episodio "Cómo decir que no",
donde hablamos sobre la importancia de aceptar solo proyectos y
tareas que podemos administrar o cumplir sin exceder nuestros
límites.
7.- Detente a oler las flores. O tu taza de té. Lo que
significa reducir la velocidad, respirar y disfrutar la vida tal
como es ahora. Actualmente, vivimos en una era tan acelerada que
apenas nos tomamos un tiempo para disfrutar de las cosas comunes de
la vida, que en realidad pueden traer mucha alegría y relajación
por sí mismas.
Entonces, la próxima vez que tu doctora te diga estrés, estrés, estrés. Estás listo/a para reírte y, lo más importante, para hacer algo al respecto.